El otro día, descubrí que los hombres también lloran. Sí señoras, parece ser que en ellos también habita un tierno ser, capaz de derramar pequeñas gotas de una especie de líquido salado llamado lágrimas . Tenía entendido, desde muy pequeñita, que las únicas “blandas” que mostraban sus sentimientos a flor de piel éramos nosotras, las mujeres; aquellas que llorábamos cuando la pareja nos dejaba; o cuando un amigo nos traicionaba; o simplemente cuando nos sentíamos solas... Pero parece ser que la especie opuesta -los varones- también lloran.
Nos remontamos al domingo día 16, cuando el Barça ganó
Al fin y al cabo, hemos podido comprobar que no somos tan distintos los hombres de las mujeres; ambos demostramos nuestros sentimientos llorando. Unas lloran por la crueldad de un mundo severo y otros por la victoria de un equipo de fútbol. Si el sexo “varonil” sigue así ya mismo los vemos planchando, teniendo hijos, haciendo la compra, etc. Una nueva especie se hará con la faz de la tierra.