sábado, 28 de agosto de 2010

Amateurs


Llegan nuevas oportunidades para todos aquellos amantes del lucro; se aproximan las fiestas mayores: eventos cuya singularidad es la ostentación de sus integrantes. Lamentablemente, año tras año, se repite la misma historia, multitud de varones se pasean por las grandes avenidas, tras largos y costosos rituales de apareamiento, orgullosos de sus nuevas adquisiciones: altas, bajas, gruesas, esbeltas, rubias, morenas, pelirrojas…

A modo de analogía podríamos considerar las Fiestas Mayores como un campeonato contra la represión de los instintos naturales, el galardonado se hará con el éxito, la notoriedad, su nombre repicará por todo el pueblo.

Las bases del concurso son, simplemente, la adquisición de un complemento de características singulares con una peculiaridad, la cláusula número 1 que nos indica la no repetición de artículo por año. Se considera ganador aquel que consiga un número mayor de adquisiciones de gran variedad por año transcurrido. El valor de las adquisiciones oscila en función de su exquisitez, singularidad, es decir, su distinción entre la masa. No es lo mismo pasear un Louis Vutton que un Gucci, evidentemente. Por desgracias algunas se quedan en casa dado que su presupuesto no les llega ni para un Tous.


No hay comentarios:

Publicar un comentario